sábado, 14 de noviembre de 2009

Un día en la vida de un pesimista:


El pesimismo es un gran ejemplo de cómo comienzan a tomar forma muchas de nuestras vacas[1]. Los pesimistas viven en un mundo deprimente y negativo mientras que los optimistas viven en un mundo positivo y lleno de oportunidades. Sin embargo, la verdad es que los dos comparten el mismo mundo. La diferencia entre la vida que ellos experimentan y los resultados que obtienen son solo la consecuencia lógica de sus pensamientos dominantes.

Una vez hablando con una persona particularmente negativa, descubrí el que creo yo que es el comienzo de las actitudes pesimistas de muchas personas. La respuesta a un comentario que le hice sobre su visión un tanto lúgubre del mundo, él rápidamente me respondió con la familiar frase: “yo simplemente estoy siendo realista!”

Seguramente tú habras encontrado a una de esas personas que emplea gran cantidad de tiempo tratando de convencerte de que sus actitudes negativas no son mas que “experiencias realistas”. De hecho si le preguntas a una persona positiva si es optimista, con seguridad te dirá que SI. No obstante, si le preguntas a una persona negativa si es pesimista, seguramente te responderá algo asi como: “yo NO soy pesimista, simplemente soy realista”.

¿Ves porque ese pensamiento es una vaca? Si aceptas que eres pesimista, negativo y amargado, es posible que, tarde o temprano, decidas que necesitas cambiar y optes por buscar ayuda para hacerlo. Sin embargo, si crees que solo eres realista, lo mas probable es que no sientas la necesidad de cambiar. Después de todo, ser realista es tener los “pies sobre la tierra” y ver las cosas “tal como son”, o por lo menos eso es lo que los “realistas” dicen. Ser una persona realista no solo te impide ver tu propio pesimismo, sino que actúa como un lente a través del cual ves e interpretas el mundo que te rodea.

Es simple, si te pones unos lentes oscuros, todo lo que veras será oscuro. Los pesimistas tienen a centrarse en los problemas, y no en las soluciones. Tienden a ver mejor sus debilidades que sus fortalezas, y suelen tener expectativas mucho mas bajas que la persona promedio.

La vaca del pesimismo tiene efectos devastadores para la salud física y mental. ¿Te has dado cuenta que aquellas personas que constantemente se quejan por todo son las mismas que suelen enfermarse con mayor frecuencia?

La buena noticia es que a pesar de que en el pasado hayamos permitido que nuestro medio u otras personas a nuestro alrededor hayan condicionado nuestra mente para aceptar la mediocridad, en este momento cada uno de nosotros puede cambiar esta actitud y reprogramar su mente para el éxito.


José Carlos Gonzales, de Perú dice: "Como muchas personas en mi país, actualmente estoy desempleado. Al leer el libro me di cuenta del corral de vacas que venia cargando "el mercado esta duro", "hay demasiada competencia", "no tengo capital de trabajo" "a esta edad es dificil cambiar" y otra serie de vacas que me tenian atado a la mediocridad. Gracias a darme cuenta de esto, estoy trabajando nuevamente"

Extraído del Libro La Vaca, de Camilo Cruz


[1] Vacas: el autor se refiere a todas las creencias negativas (pensamientos negativos) que nos limitan a la hora de emprender cosas.

1 comentario:

  1. El pesimismo es muy atractivo para las personas. No existe religión que se precie de tal que no anuncie una Apocalipsis y un fin del mundo. Los creyentes del cambio climático también lo anuncian. Y son verdades indiscutibles, sagradas e intocables.
    Por supuesto que la culpa siempre la tiene otro, pero las cosas acabaran mal, eso es seguro-creen-.
    Es una actitud de infelices víctimas incapaces de modificar su cruel destino. En el fondo es una posición cómoda. Porque si nada se puede hacer, ¿para qué molestarse? Ser optimista requiere de más esfuerzo. Si el futuro depende de ti, deberás hacer algo para lograr ese futuro, y eso da un poco de pereza.
    Lo más sorprendente es que esas personas educan a sus hijos en esa creencia. ¿Para que tenemos hijos en un mundo que acabará en el colapso??
    La evidencia demuestra el error de esta ideología vago-pesimista, en casi todo el mundo, incluso en los países más pobres, cada generación vive mejor que sus padres. Con mejor salud, mas tecnologías, mayor esperanza de vida.
    Pero hay mas hambre!!-te dicen-. Hay más gente que pasa hambre porque antes se morían y hoy sobreviven con hambre.

    No importa la realidad, siempre encontraran un caso en que las cosas hayan ido a peor, ignorando la gran mayoría que progresa.
    Es vagancia, negarse a la responsabilidad de su propia vida, culpar a otro y no hacer nada. Es muy popular esta actitud.

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